Turismo ilegal, nuestra verdadera competencia

Un amigo personal que no trabaja en turismo, me dijo asombrado hace poco "Escuché en radio que en Mendoza hay más de 10.000 camas ilegales, y que los hoteles estan muy enojados con todo eso, es verdad que hay TANTO ilegal en esta actividad ? me parece mucho !!! " le contesté que efectivamente ése es el número y que además debería agregarle que al menos el 50% del parque automotor que traslada turistas a los distintos atractivos, también lo hace en forma ilegal (dato que lo hubiera dejado estupefacto, ya que el es abogado y no entiende que una profesión pueda tener tanto de ilegal).
Con estos dos datos, nuestros comprovincianos deben tener claro y saber que las empresas legalmente constituidas en turismo, tanto alojamientos como transportistas, llevan adelante una batalla titánica contra esa "seudo competencia", ya que ellos no pagan impuestos, cargas sociales y demás, que en un país que sabemos es uno de los que mayor carga impositiva tienen en el mundo, hace que la diferencia de precios y márgenes de rentabilidad sea abismal; además, se benefician de cualqueir acción de promoción que realice el Gobierno, siendo que no aportan nada al sistema !!!!
Con el nuevo Gobierno, estamos viendo que estan intentando preparar alguna estrategia para definir su postura (si a favor o en contra de lo ilegal), por lo que el sector privado una vez más, ha dado una "cartita en blanco" para darles la posibilidad de que demuestren que realmente estan bien intencionados.
Un lector de la calle dirá "pero si hay tantos es porque es negocio, y hay para todos ", y claro que es negocio, pero de apoco está dejando de serlo, y esto terminará con una balcanización de los servicios, donde mercenarios iran detrás de cualquier turista (ya lo hacen) con cualquier precio y cualquier servicio (ya lo hacen), lo que hara que se baje cada vez más el estandar de servicios, y cuando en poco tiempo más Mendoza deje de hablar del "milagro del turismo" porque no haya turista en las calles (falta poco), todos lloraremos la muerte de la gallina de los huevos de oro, sin saber que de arreglarlo, tardaríamos muchos años en volver al sitio de privilegio como mercado, en el que alguna vez estuvimos.